
04 Jun Término «la barajilla»
El País Vasco, y sobre todo su cultura ligada a la mar, está muy vinculada a la tradición. Y dentro de este contexto es donde se desarrolló el término «la barajilla».
El término se utilizaba en los puertos del norte de España, especialmente en los puertos y las lonjas vascas. «La barajilla» tenía un significado concreto, práctico y muy extendido en su uso.
«La barajilla», como término, se usaba para clasificar un tamaño específico de pescado capturado, pero que no alcanzaba las dimensiones mínimas requeridas para la venta en mercados principales o para la exportación. En otras palabras, “la barajilla” era el pescado demasiado pequeño para el comercio habitual.
Este pescado pequeño, aunque menos valorado comercialmente, no podía simplemente desecharse. De hecho, representaba una parte considerable de las capturas totales, en torno a un 20%. Por ello, los pescadores buscaban la manera de aprovechar esta “barajilla”, para evitar pérdidas económicas y mantener viva la tradición pesquera.
El nombre surge de la necesidad de distinguir esta fracción del pescado que no cumplía con los estándares de tamaño impuestos por las autoridades o los compradores, pero que podía tener salida en mercados locales o para un consumo diferente. En muchos casos, los pescadores solicitaban permiso para gestionar ellos mismos la venta de esa “barajilla” directamente en mercados cercanos, donde no se exigían las mismas normas estrictas sobre el tamaño.
Este término, por tanto, refleja no solo una clasificación técnica, sino también la historia de un sector pesquero que ha sabido adaptarse y aprovechar cada captura con respeto y sentido práctico.
Nuestra empresa: un homenaje a la tradición y al compromiso con la calidad
Muchas veces nos preguntan de dónde viene el nombre de nuestra empresa o si tiene una razón concreta. Y hoy, a través de este post, queremos rendir homenaje a la historia que hay detrás y, por supuesto, a nuestra propia empresa.
Y es que La Barajilla, como empresa, tomó este nombre en honor a esta historia y a los valores que representa: el respeto por el producto, la tradición familiar y la pasión por el bacalao.
Aunque hoy en día trabajamos con bacalao de alta calidad y de tamaños adecuados para los mercados más exigentes, el nombre recuerda los orígenes humildes y la importancia de cuidar cada detalle en el proceso de elaboración y distribución.
En La Barajilla, esos principios de trabajo duro, calidad, respeto por el producto y tradición no son solo palabras; son la esencia que guía cada paso que damos. Por eso, sentimos que La Barajilla es mucho más que un nombre: es una declaración de identidad, un compromiso con nuestras raíces y con todos aquellos que valoran el auténtico sabor del bacalao bien elaborado.
Desde La Barajilla nos comprometemos a seguir honrando esta historia cada día, para llevar a tu mesa un producto que lleva consigo toda la pasión y dedicación de quienes amamos el mar y su legado.
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